![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhT3kbqT3hiDbQr7XMPScjn9bEIfakxluNCoYUMHdt-Sepz2yeb5cwpgN7W2OTs5tVpbNJ27wy_DWeN1yuz3tbkIOU2l4RQXjKHE9-UVEd-VKL-SJeFyImtxGLvEHjCsqght6bZSCj8JDA/s400/images.jpg)
Yo estaba verdaderamente ansioso por vivir esa aventura, pero el presupuesto acotado, el tiempo y la voluntad de subir al volcán Barú (cuyo presupuesto era tambien bastante caripella) hizo que democráticamente eligiésemos por una de las dos opciones.
En ese momento fue en el que perdí, virulentamente. En la estación terminal de Buses de la poco agraciada ciudad de David (oscuras, calurosas, desgastadas, malolientes si las hay) conocimos a Clements, un alemán voluntario que trabaja en Guatemala. Le dedicaremos a este encuentro un Post especial, Clements se lo merece. Perdí porque en la democracia ahora éramos 3 en lugar de 2.
El hecho fue que el 31 de diciembre de 2008 nos encontró en la ciudad de Boquete. Pequeñísima ciudad. No hay dudas que en la navidad de este año en la casa de la Vieja y Panchito, había un poco más de gente.
Pensemos, bichos de fiestas grandes, Andresito y yo, ni siquiera teníamos lo que comer. Dijimos, junto con Clements, de ir a cenar a algún lado. El alemán nunca tenía peros para las propuestas. En 5 cuadras y tres minutos se acabó el poblado. Quisimos entrar en un lugar, Afro americano, rústico, oscuro, misterioso, como me gustan a mi, y nos dijeron que sólo se podía beber en ese antro. Seguimos. Se nos cruzó por la cabeza invertir dinero en el supermercado y perpararnos algo en el "Doña Cata hotel" pero la cocina ya estaba bastante congestionada, sobretodo con parientes de doña Cata, una vieja que solamente levantaba la mirada para decir hola con la cabeza. Simpática la vieja, no hablaba mucho.
La cuestión es que nuestra caminata siguió luego de las comunicaciones telefónicas de rutina. por un lado los llantos de la vieja, la verborragia de Panchito y la voz chillona de la Tati y su aaaaaaaaaahhh nazal. Se sumaron por el otor, las voces burlones en barrio parque San Antonio de los hermanos de Coti ante la babeada del teléfono.
Terminamos consumiendo nuestras primeras 2 Balboas por pera en un lugar oscuro oscuro oscruo y una especie de lomitos a la Panameña bastante hoshibles. La cuestión es que una vez que hicimnos la previa mástica, nos fuimos al bar afro, que pintaba lindo.
Nos encontramos con gente sola como nosotros. Un muchachete de California, un borracho petizo, una pareja de Yanquis (conformada por LA BELLA y EL LADRON DEL VERANO), las europeas dueñas del lugar, etc etc etc.
Brindamos con Balboas, luego, terminamos en otra fiesta en la que había muuuuuchos varoncitos. No interpretamos, en realidad, si era una fiesta gay o si todas las mujeres del pueblo habían sido llevadas a lugares incordiosos por galanes más agraciados que nosotros.
Encontramos gente famosa, como Juan Luis Guerra, su banda y Petardo Ardiles. El cholulo de Andrés se sacó fotos.
¡Qué hermoso viaje! ¡Te felicito Gaby!La verdad que es un lugar soñado para conocer.
ResponderEliminaraaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!
ResponderEliminar(lease con entonacion nasal)